Ser la pareja de Becca

Buenas tardes, mi nombre prefiero dejarlo en el anonimato y solo ser DRM.

Este año ha sido un sube y baja de emociones y vivencias excepcionales, y quisiera compartir mi historia con Becca.

Como introducción, somos una pareja a la que nos gusta hacer ejercicio, comer, pasear y disfrutar mucho  de la vida en pareja, en toda la extensión de la palabra.

Mi esposo, este año en mayo, me contó esta parte de su vida que ya tenía varios años que no practicaba, ya que él había decidido, por circunstancias de su vida, dejar de hacerlo. Desde el momento en que nos conocimos, ambos sin saber por qué, sentimos una conexión fuera de este planeta; con la mirada sabíamos lo que sentíamos, las palabras sobraban.

Él me escribió la carta más hermosa que puede existir, arriesgándose a que yo lo rechazara o lo juzgara sin que él pudiera explicarse. Recuerdo perfectamente que él me dijo que se le hicieron eternos los minutos que tardé en leer la carta y que se imaginó lo peor. Yo no sabía qué responder, puesto que no conocía el mundo crossdresser. Recuerdo que tontamente le hice preguntas sin sentido, como ¿Dónde lo hacía? ¿Alguna vez se había puesto en peligro? Al final, él me explicó que siempre lo hizo cuando tenía oportunidad en su casa. No quiero ahondar mucho en el tema, pues espero que él, algún día, quiera compartir su experiencia.


La primera vez que él decidió mostrarse conmigo, como en aquellos viejos tiempos cuando lo hacía, fue mágico. Teníamos muchos miedos, porque yo me preguntaba cómo se vería, cómo me debía comportar, qué pensaría él de mí, y, sobre todo, qué iba a sentir al verlo. Cuando entré a la casa y lo vi, todas esas dudas se fueron de mi cabeza. Becca era mi esposo, se veía divino, elegante, guapo, y sobre todo, sentí algo en mi corazón que no puedo explicar. Mi corazón se llenó de amor al ver a mi esposo en su momento más vulnerable, pues yo sabía que él estaba más nervioso que yo.

Con el paso de las semanas, hemos ido mejorando al punto de llegar a un grado de confianza, respeto y muchas ganas de aprender uno del otro.

Mi experiencia como esposa de Becca (nombre que nació con el paso del tiempo) puedo decir que es algo que jamás imaginé. Para mis ojos, mi esposo sigue siendo el mismo, lo amo y lo respeto, esté Becca o simplemente él. Me gusta todo el proceso, desde que comenzamos a maquillarnos, vestirnos; él me presta su ropa y yo le presto la mía. Hacemos combinaciones de outfits y de maquillaje que jamás me atreví a probar. He aprendido a amarlo sin límites, a ayudarlo con todos esos miedos que me comparte, y soy sincera al decir que me siento sumamente privilegiada al ser su mujer.

Amo sentarme a charlar con él, como Becca o como él mismo, escuchar música, bailar y compartir la vida juntos. Espero poder compartir un poco de lo maravilloso que es ser esposa de un crossdresser que decidió arriesgarse y compartirlo conmigo.

Te amo, esposo mío, y sabes que aún nos falta mucho por aprender y por vivir.

Saludos,

DRM

"Mil gracias amiga, no sabes lo que ayuda a otras chicas y parejas poder leer tu testimonio. Qué afortunada es Becca. Te enviamos mucho amor y os deseamos felicidad infinita."

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