La esposa de Becca (Deisi: Segunda parte)

Me gustaría compartir con ustedes la primera vez que Becca salió al mundo exterior desde mi perspectiva. El fin de semana pasado, y, después de platicarlo, Becca y yo decidimos salir a pasear tal cual, como Becca y Deisi.

El plan fue simple: ir a un lugar cercano donde pasaríamos el día, arreglarnos y prepararnos para salir.

No te miento, yo estaba extremadamente nerviosa. Más que pensar en mí, pensaba en que sería la primera vez que Becca saldría a la calle, y no quería que nadie, NADIE, arruinara ese momento. Debo mencionar que nunca me preocupé por mí misma o por el hecho de que nos vieran juntas; mi única preocupación era la comodidad de BECCA. Yo estaba lista para defendernos, y sé que ella también lo estaba.

Decidimos ir a cenar, beber una cerveza, tomar un café, caminar por el centro y sacar algunas fotografías.

El momento de bajarnos del auto fue muy sencillo. Solo dijimos: "¡Estamos listas!". Becca me preguntó si iríamos de la mano, y por supuesto, le dije que ¡sí! Mi esposo y Becca son la misma persona, y claro que para mí sería un honor caminar de su mano. Así que allá vamos.

Caminamos de la mano, y Becca me apretaba fuerte. La sentía en el alma. Me imaginaba lo que podría estar pensando, lo que estaría sintiendo: ¿un nudo de nervios?, ¿temor?, ¿incertidumbre? ¡No lo sé! Pero yo respondí con el mismo apretón de mano. Así seguimos caminando, y les juro que nadie nos tomaba en cuenta; todo el mundo estaba en sus propios asuntos. Fue como un regalo del cielo.

Entramos al lugar para cenar, reímos, charlamos y disfrutamos. Fue genial. Luego caminamos por el centro, todavía de la mano, y tomamos algunas fotos. Sin embargo, siento que en ese momento Becca se sintió abrumada y ya no quiso continuar. Así que bajé por el café, y nos fuimos a descansar.

Cuando llegamos a la habitación, creo que ninguna de las dos dimensionamos lo que habíamos hecho. ¡Era algo súper importante, algo gigantesco! Yo le agradezco a mi esposo, a Becca, por permitirme participar y vivir esta parte de su vida que nos conecta aún más de lo que ya estamos en el día a día.

Hablamos sobre lo que habíamos logrado: dimos un paso enorme, y espero que sea el inicio de más aventuras y experiencias en nuestro matrimonio. Si de por sí ya lo pasamos muy bien juntos, vivir este tipo de momentos nos abre un mundo más bonito.

Me siento agradecida, bendecida y muy enamorada. Porque, aunque se lo he dicho muchas veces, no es sencillo abrirle tu corazón a alguien de esta manera. Que él lo haya hecho conmigo es algo que valoro profundamente y que llevo tatuado en mi corazón. Siempre, hasta el final de mis días, trataré de hacerte feliz y corresponder este gesto.

Sé que pocas personas podrán comprendernos, pero deseo que cada quien, desde su perspectiva, encuentre a su propia Becca o algún símbolo de respeto, amor, sinceridad y confianza. Eso es lo que Becca, mi esposo, representa para mí.

No miento al decir, y siempre se lo menciono: estoy sumamente agradecida con la vida por permitirme conocer este tipo de conexión, que va más allá de lo terrenal. Sé que Becca representa algo que no cualquiera tiene las agallas de compartir y aceptar.

Espero que puedan darnos algún consejo para mitigar estos nervios o preocupaciones que nosotras mismas nos creamos.

Lo repito y lo seguiré repitiendo: ¡Te amo, esposo mío!

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